LA METAMORFOSIS. KAFKA

Hoy en clase hemos estado reflexionando sobre la metamorfosis de Franz Kafka, el cual nació en Praga el 3 de julio de 1883, hijo de una acomodada familia de comerciantes pertenecientes a la minoría judía de lengua alemana. A los 23 años obtiene el título de Doctor en Derecho y trabaja como burócrata en varias compañías de seguros, lo que impedía el desarrollo de su literatura.

Reunió las características de todas las minorías: judío en un país cristiano, escritor en una familia hostil a toda actividad artística, residió en la capital checa de Bohemia y eligió escribir en alemán.La sombría imagen de un ser permanentemente angustiado y triste es legendaria y totalmente incierta. Kafka era un ser alegre, bromista, cordial y profundamente comunicativo. Fue dueño de una vigorosa alegría de vivir y enfrento con poderosa fuerza interior las angustias de su difícil vida familiar. Kafka vio en Flaubert algunas prefiguraciones de su destino: la soledad irreprimible, el sentimiento de culpabilidad, la satisfacción del deseo y su búsqueda desesperada del arte.

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El 3 de julio de 1924, muere, víctima de tuberculosis en el sanatorio de Kierling, cerca de Viena. Su más íntimo amigo, el crítico y escritor Max Brod, hace caso omiso a su última voluntad y en lugar de destruir sus obras, da a conocer al mundo su genio literario, ya manifestado en La Metamorfosis y a través de la publicación de El Proceso, El Castillo (1926) y América.

Tras informarnos sobre su vida y concreta mente sobre La Metamorfosis, hemos escrito un texto un tanto distinto, espero que os guste:

Cuando me desperté aquella mañana el tigre seguía allí, no se había movido. A pesar de ser un animal que de primeras puede causar terror se mostró majestuoso. La toma de contacto fué muy extraña, el animal se me acerco poco a poco, y yo no sabía que pensar podía pasar cualquier cosa. Sin embargo no cambió de actitud, cuando estaba ya muy cerca comenzó a dolerme y después se sentó a mi lado. El resto del día estuvimos descubriendo la selva e inspeccionando nuevos lugares. Sinceramente estuve en tensión la mayoría del tiempo no sabía qué era lo que estaba pasando por su cabeza, en cualquier momento podía lanzarse sobre mí y devorarme, pero simplemente siguió junto a mí como un protector.
Cuando llegó la noche decidí parar para dormir al lado de un lago, el animal se dió  un baño y se tumbó, yo hice más o menos lo mismo. Suponía que cuando me despertase el Tigre ya no iba a continuar a mi lado, pero para mi sorpresa estaba ahí y cuando empecé a andar continuó conmigo el camino.